El lenguaje «transverbal» de las constelaciones, del verbal al no verbal y del no verbal al verbal

Si has oído hablar sobre las constelaciones familiares, y no has participado todavía en ningún taller, tal vez te parece que es un tema interesante, pero que no entiendes; o piensas que es algo esotérico, sin rigor científico. Si, en cambio, ya has participado en constelaciones familiares, o por tu trabajo, has conocido las constelaciones organizacionales, es posible que «creas» en ellas; algunas personas dicen, cuando participan en su primer taller, «no lo entiendo, no me lo creo». Yo tampoco me lo creo. Las constelaciones no son una religión ni un dios.

Creé el método del Coaching Sistémico Transaccional porque observé que, si incorporaba el lenguaje «transverbal» de las constelaciones al coaching y al análisis transaccional, las personas con las que trabajaba podían hacerse conscientes en poco tiempo de emociones, pensamientos y conductas que habían sido inconscientes durante muchos años. Por lo tanto, si aún no has participado en ningún taller de constelaciones, te animo a probarlo, para que puedas sacar tu propia conclusión.

Ahora explicaré «qué» hacemos cuando facilitamos constelaciones con el Coaching Sistémico Transaccional. En una constelación pasa información del inconsciente al consciente. Para empezar, te tengo que decir que no sé «cómo» pasa la información, sé que pasa y me resisto a aceptar que pasa por magia; esta palabra ha servido muchas veces a la humanidad para explicar lo que aún no entendía científicamente. Hoy por hoy, debemos reconocer que aún no sabemos «cómo» aparece información a través de una constelación. Ni sabemos si la información que aparece es verdad. Mejor dicho, sabemos que no es verdad, era material que había en el inconsciente, como las cosas que aparecen en los sueños, que no son verdad, pero están ahí, y nos afectan.

Los profesionales que nos dedicamos a las constelaciones hacemos hipótesis que tienen que ver con las capacidades del cerebro humano (y el de otros animales superiores) para «resonar», es decir, para reproducir en el propio cerebro mapas neuronales del cerebro de otra persona o animal. Hay conceptos que diversas disciplinas han ido utilizando, desde Freud, y que nos acercan a describir esta capacidad: inconsciente colectivo, campos mórficos, matriz divina, neuronas espejo, patrón cerebral, insight neuronal, etc. Lo que describiré a continuación es lo que enseño a hacer en mis formaciones de Coaching Sistémico Transaccional y constelaciones.

Cuando comienza una constelación en un taller de constelaciones, una persona, la llamaremos “cliente”, se sienta junto a la persona que «facilita» la constelación; en general se hace así. La persona facilitadora ha entrenado su percepción y capta sensaciones, algunas conscientes, y otras inconscientes. Según quien facilita la sesión, el canal principal de percepción puede ser verbal, visual o cinético. En una formación con Bert y Sophie Hellinger, Sophie, la segunda mujer de Bert Hellinger, estaba iniciando una constelación, y dijo que había «visto» dos bolas de fuego, cuando había visto la clienta, y que las había notado en las piernas. Bert explicó que Sophie tiene mucha percepción corporal, y que él, en cambio, percibía prioritariamente palabras y frases.

Sea cual sea el canal de percepción principal, el profesional «capta» sensaciones globales y algo concreto. A partir de aquí comienza lo que llamamos «la entrevista», una serie de preguntas y respuestas entre profesional y cliente. Las preguntas del Coaching Sistémico Transaccional tienen una parte verbal y una no verbal. Es decir, las palabras, la posición del cuerpo, el tono de la voz, las pausas de quien pregunta y de quien responde, aportan información de lo que el cliente sabe conscientemente sobre el tema y de lo inconsciente para él. El análisis transaccional permite analizar los mensajes verbales y no verbales como un todo.
A partir de los significados que capta, el facilitador propone que haya unos «representantes», unos «actores», personas que buscan su lugar en la sala y se sitúan unas respecto de las otras. Se producen movimientos, gestos, sobre todo aparecen datos no verbales, y la persona que facilita la constelación va poniendo palabras, activa el canal verbal, de manera que el cliente va procesando información nueva, digitalizada, que va influyendo en la constelación y se van produciendo nuevos movimientos y actitudes.

Después del tiempo que haya durado la constelación, la información que el cliente procesaba básicamente con el hemisferio derecho, (que procesa de manera global, caótica y principalmente inconsciente), ya puede ser «interpretada» también por el hemisferio izquierdo, que procesa lógicamente y consciente. El cliente completa su interpretación de lo que ha visto, escuchado y captado, en los días, semanas y meses siguientes, a medida que va reorganizando sus esquemas de conocimiento.

En la formación de constelaciones que ofrezco, los profesionales se entrenan a utilizar palabras y elementos no verbales para obtener del inconsciente la información relevante para sus clientes y a facilitar que se produzcan los insights o “comprensiones” que les permitan avanzar hacia los resultados que quieren.