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Constelaciones familiares: tratar temas transgeneracionales

“Un árbol hermoso que da frutos ponzoñosos, es un mal árbol. Un árbol retorcido que da frutos saludables, es un buen árbol”

Alejandro Jodorowsky

Si eres hombre y vas a tener hijos, quizás no hayas pensado que tus comportamientos actuales les podrán afectar. Se sabe hace tiempo que el pasado y el estado de salud de la embarazada influyen en el feto; pero también influye en los hijos el pasado del padre y de la madre, mucho antes de la concepción. El sufrimiento, las enfermedades o los traumas de nuestros antepasados, nos afectan hoy, aunque los desconozcamos, incluso si fueron un secreto familiar.

En los talleres de constelaciones familiares se muestran hechos pasados que repercuten directamente en el presente de la persona que está haciendo su consulta: suicidios, abortos, padres que mataron a sus hijos, madres que murieron de parto, niños que acabaron trágicamente, o antepasados alcohólicos, aparecen en las representaciones de las constelaciones familiares, entrelazados con las emociones familiares actuales. Observamos la influencia de estos hechos traumáticos, aunque sea sorprendente, hasta la tercera o cuarta generación, en forma de enfermedades, patrones repetitivos de comportamiento y emociones adoptadas (es decir, emociones que la persona siente y que no corresponden a ningún hecho objetivo de su vida).

Para qué se usan los talleres de constelaciones familiares

Los talleres de constelaciones familiares son representaciones de situaciones que causan preocupación. Una persona experta guía la representación, hace preguntas a la persona que vive una situación que desea superar, lee el lenguaje verbal y no verbal de la representación y utiliza simbólicamente palabras y frases, para encaminar el tema hacia soluciones posibles.

Las historias que surgen en los talleres de constelaciones no son la realidad, sino una representación simbólica; no tenemos pruebas científicas de que los hechos descubiertos en ellos hayan acontecido realmente como se muestran. No importa la veracidad, las constelaciones familiares tienen el objetivo de liberar a la persona del pasado transgeneracional, no son un método para descubrir hechos históricos.

A veces, tras aparecer una información en una constelación, ya sea en un taller, o en una constelación individual, la persona afectada investiga y encuentra datos que corroboran la constelación: una prueba de paternidad confirma que el que se creía que era el padre biológico en realidad no lo es; o el análisis de un pequeño quiste revela que efectivamente hubo un embrión gemelo que murió en el útero de la madre y quedó absorbido por el cuerpo de su hermano; o las preguntas a familiares lejanos confirman que el abuelo fue preso de guerra.

Los hijos heredan el sufrimiento de los padres

Estos datos, aunque sorprendentes, no pueden ser considerados pruebas de autenticidad de las vivencias que se descubren en el trabajo con el coaching sistémico y las constelaciones. Sin embargo, por fin se han hallado evidencias científicas de que los hijos heredan el sufrimiento de los padres: los descendientes de prisioneros de la Guerra de Secesión americana vivieron menos que los hijos del resto de soldados.

El País del 22 de octubre de 2018 lo explicaba así: “El cabo Calvin Bates, del 20º Regimiento de Infantería de Maine del Ejército de la Unión, fue hecho prisionero por soldados de la Confederación en mayo de 1864, durante la Guerra de Secesión de EE UU (1861-1865). Apenas estuvo cuatro meses en el campo de prisioneros de Andersonville (Georgia) pero salió de allí demacrado, enfermo, con los dos pies amputados y un intenso sufrimiento en su mirada. Tan duras eran las condiciones, que el 40% de los prisioneros no salieron vivos de allí. Ahora, un estudio con miles de ellos muestra que los hijos que tuvieron los supervivientes de aquel infierno vivieron menos que los de otros veteranos. Incluso murieron a una edad más temprana que sus hermanos nacidos antes de la guerra. De alguna manera el dolor de sus padres se grabó en su genética.”

En nuestro país, los hombres de bastantes familias tuvieron hijos antes y después de la Guerra civil, con la misma mujer. Muchas familias pueden constatar que los hijos nacidos después de la Guerra, de padres que estuvieron en cárceles y campos de concentración, han tenido peor salud, incluso algunos han muerto más jóvenes, que los hermanos concebidos antes de la Guerra. No existen estadísticas, ni se ha hecho un estudio riguroso sobre el tema, ojalá alguien se dedique en el futuro a investigarlo.

Hechos como estos demuestran que el darwinismo es una teoría incompleta. No existe solamente la herencia genética, transmitida en el código del ADN de los progenitores (también los donantes de esperma o de óvulos). Estudios recientes muestran un mecanismo de herencia diferente, la epigenética. Este mecanismo regula cambios moleculares en los gametos, que quedan “pegados” al ADN; algunos cambios se produjeron por las circunstancias ambientales que vivieron los padres y afectan a la salud o a la conducta de sus descendientes. Es como si dejaran marcas que apagaran o encendieran genes, pero sin alterar el ADN.

Temas transgeneracionales

¿Qué temas transgeneracionales pueden tratarse con las constelaciones familiares? Dificultad en las relaciones con alguien de la familia sin que haya habido ningún conflicto grave; conductas de los hijos que recuerdan a las de algún antepasado con final trágico, aunque no le haya conocido; miedos irracionales sin motivo aparente; enfermedades psicosomáticas de origen desconocido, etc. En un taller de constelaciones familiares  de fin de semana de Coaching & Comunicació, tienes una oportunidad para aliviar las influencias de tu inconsciente familiar. Está en tus manos descargarte de pesos que no te corresponden y deshacerte de la mochila que te cargaron las generaciones pasadas. Todos los participantes del taller pueden tratar un tema de su familia, para abandonar dificultades antiguas y conseguir, finalmente, nuevos resultados. En resumen, ¡una buena manera de empezar el año!